Ferrol running (Ruta 5): Senda Artabra. De Ponzos a Campelo





Ruta running por una parte de la Senda Artabra, desde la playa de Ponzos a la playa de Campelo. Impresionantes vistas y paisajes, también impresionantes cuestas, y para rematar, impresionante la ciclogénesis explosiva, no elegimos el mejor día... pero no había más.



23 de diciembre de 2013.

Segundo día de vacaciones. Hoy no parecía el día mas a apropiado para volver a hacer otros 20 km. por una ruta running tan dura como esta, la Senda Artabra desde Ponzos a Campelo, pero era ahora o nunca… al menos hasta el próximo verano. Ayer ya habiámos corrido 21 km. en la ruta de Mugardos a Chanteiro y vuelta subiendo a Montefaro (ver Capitulo 4),

La Ciclogénesis explosiva se esperaba por la tarde, no parecía que nos fuera dejar salir a correr ningún otro día (como pasó), así que cogimos fuerzas con un buen caldo gallego (de los de abuela no de los de restaurante) la noche anterior y decidimos aventurarnos...


La costa Artabra

La ruta:

El recorrido es íntegramente por la senda litoral de la Costa Ártabra, con vistas al Atlántico.
La senda comienza en la playa de Santa Comba y termina en la playa de Campelo. En total unos 20 kilómetros (10 de ida y 10 de vuelta).
El camino está en muy buenas condiciones y muy bien señalizado, lo han acondicionado recientemente para disfrute de andadores, corredores y bicicleteros. Desconozco si también está permitido el paso de vehículos a motor pero las únicas personas que nos cruzamos en todo el trayecto de ida y vuelta iban en un quad.
Por otra parte, esta ruta todo lo que tiene de bonito lo tiene de duro, hay un par de rampas fortísimas y largas y el resto es un sube/baja continuo, pero merece la pena aunque haya que subir alguna cuesta andando.
Toda la senda discurre dentro de una zona declarada “espacio natural”. No encontramos ninguna edificación en todo el camino hasta el final en la playa de Campelo donde sí hay alguna casa.

La ruta en wikiloc --> aquí

La ruta sobre el mapa

altimetría
 

La ida:

Inicialmente nos acercamos en coche a la playa de Santa Comba (donde hay una bonita ermita en un islote al que sólo se puede acceder con marea baja), pero preferimos dejar el coche y empezar a correr desde la playa de Ponzos, la distancia a recorrer es la misma. Aún no había llegado el temporal, se esperaba por la tarde, pero la mar estaba bastante agitada, las olas eran enormes y el viento fuerte. Impresionaba ver como el viento podía más que la marea y arrancaba el agua de la cresta de las olas.

oleaje

Partimos desde la punta oeste de la playa de Ponzos, la punta que es accesible en coche. La otra punta, la este, no es accesible nada más que por la propia playa (1400 m.), en verano esta parte es mucho más tranquila al estar tan alejada (será por eso que es nudista) y el agua siempre está totalmente cristalina. Toda la playa es muy salvaje: muchas olas y viento, detrás no hay ningún tipo de edificación, chiringuitos ni similares solo arena, dunas y toxo.

Desde el aparcamiento empezamos recortando por diferentes sendas (hay muchas en este tramo) hasta llegar a la senda principal.
Durante los 3 primeros kilómetros la ruta va bordeando la playa de Ponzos, a cierta distancia, hasta llegar a punta Ferruxeda. 

Sendas entre las dunas de Ponzos

aguas revueltas...

Esta primera parte ya empieza en subida y se va alejando un poco de la costa hacía el interior. 
Para ir más próximos a la playa, en el kilómetro 1,5 aproximadamente, cogemos un desvío por otra senda que sale por la izquierda.
Sobre el kilómetro 2 de esta nueva senda, pasamos por los restos de lo que fue un lavadero de oro de las minas de Ponzos, minas que están un kilómetro monte arriba. Estas minas ya se explotaban en tiempos de los romanos, aunque estos restos no son tan antiguos, son de hormigón, de principios del siglo XX.

Punta oeste de la playa de Ponzos. a lo lejos quedó el coche

Lavadero de oro, mas o menos a mitad de la playa

Siguiendo esta senda, pasamos por un pinar, un poco seco y sombrío y algo después, sobre el kilómetro 2,5, llegamos a un mirador donde paramos para echar la vista atrás, hacia la playa de Ponzos y más allá, Cabo Prior. Desde aquí ya conectamos de nuevo con la senda principal.

el helecho está un poco seco
pasamos por un bosque poco animado pero ordenado

desde el mirador se ve hasta cabo prior

90 grados, no doy mas de si
Seguimos en subida, ahora más fuerte,  por Monte Salgueiro, entre el km 2 y el 3 la rampa es del 7%. Para entretenernos, dado que la velocidad de subida no es de vértigo, encontramos hasta setas (no comestibles).

Otra subidita, y esta no es la peor...

Setas comunes no comestibles
En el kilómetro 3 llegamos al cruce de un riachuelo en una especie de barranco. Además de las indicaciones que encontramos por toda la senda con las distancias restantes hasta ambos extremos (la playa de Sta. Comba y la de Campelo) y otras indicaciones que salen de la ruta hacía alguna aldea cercana o punta/mirador, también vamos viendo otras señales en mojones de piedra con la figura de un pez. No he encontrado en internet documentación “de confianza” al respecto pero creo que señalizan un camino de peregrinación hacia el santuario de San Andrés de Teixido ("vai de morto quen non foi de vivo"), ambos caminos coincide por esta parte de la senda, aunque ir hoy el santuario se nos hace un poco lejos (unos 40 km.)

Indicaciones de la propia senda y del camino a San Andrés de Teixido
Se acaba la subida, ahora toca bajar hacia Punta Castelo. La alegría dura poco, ya vamos viendo la gran subida que viene a continuación, la parada en Punta Castelo, la dejamos para la vuelta.

Esto es la senda Ártabra, constantes subidas y bajadas y el Atlántico

Por estos parajes, animales no vemos, pero como las meigas, haberlos haylos. Por el camino vamos viendo diferentes tipos de huellas: unas tipo garra, por el tamaño de algún zorro y otras tipo pezuña, que podrían ser de algún jabalí.

el depredador

la presa

Pues sí, efectivamente, después de la bajada, aproximadamente en el kilómetro 3,7 empieza una fuerte rampa de 2 kilómetros con un 15% de pendiente.
Nos cuesta subirla, cuando llegamos arriba sin respiración necesitamos parar, no solo por recuperar el aliento (que también) sino para echar una mirada a la panorámica.
Ya se ve el destino mas cerca: los acantilados de Punta Campelo y las olas que entran a la playa de Campelo.

Desde la primera cota, km. 5,8 ya se ve el destino
Una pequeña bajadita y otra rampa, más corta pero igual de fuerte, hasta el punto más alto de la ruta en el kilómetro 6,5. Este punto está un poco más alejado de la costa, por detrás del monte la vista alcanza hasta la playa de Meiras y Punta Frouxeira (hasta allí no vamos a llegar). 

Desde la segunda cota, km. 6,5 un poco mas alta pero mas hacia el interior


Después de parar en la cima más alta, en los Montes da Lagoa, venía la bajada más fuerte de toda la ruta, de esas que casi vas tan despacio como subiendo porque es necesario ir luchando contra la fuerza de la gravedad para que no te arrastre camino abajo. 
Aproximadamente tiene un kilómetro y un desnivel del 16% de pendiente hasta Peña Lopesa en el kilómetro 8. Aquí nos desviamos de la senda para acercarnos a los acantilados y hacer de nuevo una parada.
Las olas rompen con fuerza entre la peña y el acantilado de la costa. Esta peña, como tanto sitios en Galicia, también tiene sus leyendas… Dicen que hubo un rey que se construyo un castillo inexpugnable y sobre él hay varias historias de asedio y resistencia. Lo que sí es cierto es que los arqueólogos han encontrado restos de un castro en la peña.



Entre la Peña y el acantilado, el batir de olas en las rocas
 
Al otro lado, Punta Campelo
Seguimos, quedan unos 2 km. para llegar a destino. Primero encontramos una pequeña subida (después de la anterior, cualquier cuesta es pequeña) y después, sobre el km 9, una señal "oficial" de atajo, pero preferimos seguir por la senda original llaneando alrededor de una zona agrícola. Pasamos un par de casas y llegamos a la bajada final que desemboca en la playa de Campelo. 


zona rural: la vaca con su puchito...

... os cabalos...

y los grelos para el caldo


¡¡Por fin llegamos a la playa!!. No llegamos a bajar a pisar la arena, desde arriba observamos como rompen las olas y como cae el agua en esa especie de cascada que se forma con el agua que baja del monte.

Playa de Campelo, el destino

el viento cada vez mas fuerte...

la runner estirando

Ahora toca volver hasta allí

La vuelta:


Tras unos minutos de relax e hipnotismo marino observando la playa, el horizonte y escuchando el romper de las olas, tocaba volver ¡¡Sin fuerzas, sin agua y sin víveres!!
Ahora sí que cogemos el atajo (señalizado) desde la playa, campo através, hasta la senda principal para evitar volver por la zona rural y acortar así algo el camino de vuelta. Es una senda estrecha y bastante empinada por lo que la subimos andando.
Aproximadamente en el kilómetro 12, unos 2 km después de dejar la playa, encontramos la rampa del 16% que habíamos bajado, la subimos también andando. Después de los 21 km del día anterior (ruta de Mugardos) y el esfuerzo de la ida no están las piernas para muchos excesos en la vuelta.

rincón entre bajada y subida

Andando coronamos a la primera cima, la más alta, el viento empuja en contra, casi ni nos deja avanzar, la ciclogénesis... ¡Ya está llegando!

mucho viento
Bajadita y subidita a la segunda cota. De nuevo impresionante panorámica: atrás hemos dejado ya Campelo y por delante vemos Ponzos, el islote de Santa Comba, la Playa de Santa comba y al fondo el Cabo Prior. 
Ahora un par de kilómetros en bajada…

Cartel informativo, hay bastantes por el camino, para mirar con conocimiento de causa

el retorno
… Hasta Punta Castelo, donde nos salimos de la senda para acercamos hasta el acantilado y ver de cerca como baten las olas.
En esta punta, entre los acantilados tiene pinta de existir alguna calita solitaria de las de difícil acceso pero desde luego hoy no es el día para intentar bajar, el viento cada vez es más fuerte.  

lo mismo, pero mas cerca
el viento peinando olas
Desde este punto, nos quedan los últimos 4 km. De nuevo punta Ferruxeda, bordear el sistema dunar de la playa de Ponzos (ahora por la senda principal) y llegamos a Punta Sartaña donde espera el coche.

bajamos, bien!!
De momento, el coche no se lo ha llevado el viento, aunque moverlo lo mueve. Beber un poco de agua, ropa seca y un último vistazo al espectáculo de las fuerzas de la naturaleza desde la playa de Ponzos. Impresionante ver la lucha del viento contra las olas.





Nos vamos. 20 km, un desnivel acumulado de 600 m de subida y otros tantos de bajada en toda la ruta, viento, ….. Yo creo que nos hemos ganado un refrigerio en la Cetaria de Cobas, y de paso, a ver si hay algún bicho que llevarse a casa para comer…

¡¡llevame a casa!!

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