Copenhague Running, del Tivoli a la Sirenita y vuelta (Dinamarca)


Nuevo recorrido running turístico, esta vez por el centro de Copenhague (Dinamarca). Ruta para correr por la parte más turística e interesante de esta agradable ciudad danesa.

14 de octubre de 2017
¿Qué mejor manera que hacer turismo y recorrer una nueva ciudad que corriendo? Correr cuando viajo se ha convertido en algo imprescindible en mis planes de viaje. Y como no uso ni zapatillas, poco equipaje más tengo que añadir a la maleta...
La ruta:
Ruta circular de unos 12 km. (aunque el GPS se comió los primeros metros) corriendo por todo el centro histórico de Copenhague. Terreno urbano, calles peatonales o con anchas aceras (los carriles bicis aquí sí son para las bicis y además tienen mucho tráfico). Ningún desnivel apreciable en todo el recorrido.
Los tracks de la ruta en wikiloc → en este enlace
Mapa de la ruta copenaguesa
Mapa de la ruta copenhaguesa

A la búsqueda de la Sirenita:

La ruta empezó en el Bulevar de H.C. Andersen, muy cerquita del Tivoli, ese parque de atracciones de hace más de un siglo. Era temprano, no había mucha luz todavía y el cielo estaba muy cubierto. Cruzamos Rådhuspladsen o plaza del ayuntamiento (aunque en el mapa esta parte no figura porque no cogí GPS hasta unos metros después).
Uno de los edificios del Tivoli
Uno de los edificios del Tivoli

Zona comercial del bulevar H.C. Andersen
Zona comercial del bulevar H.C. Andersen

Torre del ayuntamiento en Rådhuspladsen
Torre del ayuntamiento en Rådhuspladsen

El camino continua por algunas de las calles más comerciales de la ciudad, algunas peatonales, algún canal. Me sorprende que, mientras que las calles de la zona más céntrica de otras ciudades que he visitado, cuando corro por la mañana temprano, siempre queda gente alargando la juerga de la noche anterior y las calles suelen estar un poco “guarras” de la fiesta nocturna. Aquí están limpias y prácticamente vacías.
Llegamos a Kongens Nytorv una plaza con varios edificios históricos como el Teatro Real y, a la vuelta de la plaza, tenemos el canal donde todo el mundo hace la foto más típica de Copenhague, el Nyhavn o Puerto Nuevo. Famoso por sus veleros atracados a los lados del canal y sus casas de colores. Lugar con mucho encanto para pasear y relajarse o tomarse algo (si tu bolsillo te lo permite). A estas horas, sin mucho ajetreo todavía, hasta hay un bar que tiene churros...
 
 
Nyhavn, el canal más fomoso de Copenague
Nyhavn, el canal más fomoso de Copenhague

Tan agradable tomar algo en estas terrazas como caro, pasear es gratis
Tan agradable tomar algo en estas terrazas como caro, pasear es gratis

Otra foto de Nyhavn
Otra foto de Nyhavn

Seguimos callejeando y llegamos a Amalienborg, una plaza podemos decir que, octogonal, con cuatro palacios opuestos entre sí. Uno es la vivienda de la reina de Dinamarca, otro del heredero y los otros dos son visitables. Aquí nos encontramos a la Guardia Real Danesa con los típicos gorros de guardia real.
Plaza de Amalienborg
Plaza de Amalienborg

Las bicis siempre presentes
Las bicis siempre presentes



La guardia real danesa
La guardia real danesa

La guardia real danesa de paseo
La guardia real danesa de paseo

Tras un descanso para observar la plaza, los palacios y a los del gorro, salimos por el lado opuesto hacia un gran edificio, Frederiks kirke o la iglesia de Mármol, luterana, con una gran cúpula inspirada en la del Vaticano.

Frederiks kirke, todo mármol
Frederiks kirke, todo mármol

ya lo pone ahí
ya lo pone ahí

Seguimos por Bredgade hacia un gran parque y, cruzando un puente de madera, entramos en una fortaleza militar con forma de estrella de cinco puntas, Kastellet, que aunque es del siglo XVII, aún hoy sigue teniedo actividad militar.

Podía atravesarla por una larga calle que hay entre barracones militares, pero prefiero bordear la fortaleza estrellada por una especie de sendero elevado que va por una zona arbolada paralela al foso de agua estrellado. Desde allí, al estar elevado su puede contemplar una bonita vista de la ciudad, del canal y encontrar alguna sorpresa, como un molino y algunos cañones. Esta es la zona por donde con más corredores me cruzo.
 
Los barracones de Kastellet
Los barracones de Kastellet

Kastellet desde el satelite de Google que todo lo ve
Kastellet desde el satelite de Google que todo lo ve

El canal que rodea la fortaleza
El canal que rodea la fortaleza

Molinos y cañones
Molinos y cañones


Volvemos a cruzar otro puente al otro lado para salir de la fortaleza y dirigirme hacia el monumento más pequeño y visitado, La Sirenita o Den lille Havfrue.

Allí está, una estatua, más o menos a escala real, de una sirena en honor a una bailarina danesa que interpretó ese papel. Como otras estatuas de la ciudad, la donó el fundador de la cervecera Carlsberg, que es la cerveza local.
 
La sirenita y los cisnes vigilantes
La sirenita y los cisnes vigilantes

Llegamos al destino, ahora volver
Llegamos al destino, ahora volver


Vuelta al Tivoli


La Sirenita era el destino, llevamos unos 5 km. Ahora toca volver, pero por un camino diferente intentando descubrir otros rincones. Iremos siguiendo el canal e incluso cruzando al otro lado en nuestro camino de vuelta al punto de origen.

Lo primero que nos encontramos bordeando la fortaleza, ahora por fuera del foso, junto a una iglesia anglicana, es la ”Fuente de Gefion ” o cibeles danesa, que el lugar de leones como la madrileña, el carro está tirado por toros.
Iglesia anglicana, aquí hay de todas las religiones
Iglesia anglicana, aquí hay de todas las religiones

Fuente de Gefion o cibeles danesa
Fuente de Gefion o cibeles danesa

También tienen Neptuno
También tienen Neptuno

Despues, lo más atractivo al vista hubiera sido seguir corriendo pegado al canal. Yo fui al principio por una calle interior y me perdí algunos edificios interesantes y tan diferentes como estos, el último es un museo y tiene en al puerta una réplica en bronce del David de Miguel Ángel:

Edificio de ventanas moderno
Edificio de ventanas moderno

Edificio de ventanas antiguo y Miguel Angel
Edificio de ventanas antiguo y Miguel Angel
A continuación llegamos a los jardines de Amaliehaven, enfrente de los palacios reales por donde habíamos pasado antes y al otro lado del canal podemos ver el moderno edificio de la Opera y en medio un enorme especie de ”dique” que tiene pinta de, en verano, ponerse hasta arriba de daneses tomando elsol, hoy desde luego no es el día.
La Opera al otro lado del canal
La Opera al otro lado del canal
 Seguimos corriendo y, tras bordear otro moderno teatro, llegamos otra vez a Nyhavn, el canal de las fotos, pero ahora lo cruzamos y cruzamos también el gran canal en el que desmboca por un curioso puente con varios zigzag y carriles separados para bicis y peatones en las dos direcciones. Si algo me ha sorprendido de Copenhague sobre las bicis, es además del gran tráfico de bicis que hay, lo mucho que respetan a los peatones.
Puente sobre el canal para bicis y peatones
Puente sobre el canal para bicis y peatones enfrente de Nyhavn

Que cultura de bici, que envidia
Qué cultura de bici, qué envidia

Seguimos por el otro lado del gran canal corriendo por una de las calles principales del barrio: Strandgade o ”calle de la playa”. Por esta zona al otro lado del canal grande vamos cruzando pequeños canales. Ya no se ve zona tan turística sino mucho más ”del pueblo”. Pegado a la famosa Cristiania o ”ciudad sin ley”, un barrio, medio parque, medio edificios abandandonados ocupados donde lo mas corriente es encontrarse por doquier puestos de venta de ”hierbas” para fumar. Aunque en este recorrido no paso por allí por no alejarme más, lo visitamos despues y es una zona a la que se puede ir, aunque no consumas nada, con total seguridad, es curioso de ver.
 
Casa flotante
Casa flotante

canales y puentes
canales y puentes

barcos y casas
barcos y casas

Dos calles más allá se observa el curioso capitel de la Iglesia de San Salvador, en espiral y con una escalera exterior si se quiere subir a ver la panorámica de la ciudad.
Hasta la bola se puede subir
Hasta la bola se puede subir


Cruzamos para volver al otro lado del gran canal. Esta vez por un puente con tráfico motorizado, pero como todo por aquí, muy bien preparado y seguro para peatones y ciclistas, y llegamos al edificio de la bolsa, Børsen, un gran edificio de ladrillo rojo y tejados verdes que también tiene una curiosa cupula apirulada formada con las colas de cuatro dragones que representan a los cuatro paises nórdicos: Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia.
Torre apirulada de la Bolsa
Torre apirulada de la Bolsa


Siguiendo paralelos al canal llegamos al ”Diamante Negro” un moderno edifidio de cristal pegado a otro antiguo, ambos edificios forman parte de la Biblioteca Real (aquí todo es real)...
Parte moderna de la biblioteca real
Parte moderna de la biblioteca real

Parte antigua de la biblioteca real
Parte antigua de la biblioteca real


… y cruzando sus jardines salimos al Palacio de Christiansborg o Christiansborg Slot, es un enorme palacio que además de tener zonas de la realeza danesa, alberga también los tres poderes del pais: las cortes danesas, el gobierno y el tribunal supremo, juntos pero no revueltos imagino.
 
Parlamento danés
Parlamento danés

Torre del castillo
Torre del castillo

Cruzamos la explanada del palacio y salimos a calles más comerciales ya para dirigirnos de nuevo al Tivoli, aunque ahora lo rodeo para pasar por la Estación Central o København H, la mas grande de Dinamarca. Una vez más me sorprende la cantidad de bicis que hay en su exterior, incluso alguna zona del parking de bicis tiene dos alturas.
Parking de bicis en la Estación Central
Parking de bicis en la Estación Central

Bordeamos totalmente el Tivoli por Vesterbrogade, calle mucho más comercial y de negocios para salir de nuevo a Rådhuspladsen y terminar donde empezamos, en el Bulevard de Hans Christian Andersen, escritor presente en todos los rincones de Copenhague.
Edificio de chocolate
Edificio de chocolate

El Sr. Andersen no quire mirar a la cámara
El Sr. Andersen no quire mirar a la cámara

Y aquí acaba esta ruta running-turística por el centro de Copenhague de este puente largo que hemos pasado aquí.

Que pena no haber podido correr por otras bonitas zonas naturales de bosques, lagos, fiordos, costa, castillos que hemos visitado también en los alrededores de Copenhague, merecen mucho la pena visitar las cercanias de la ciudad.
¡¡Hasta otra!!
¡¡Hasta otra!!
Ay señor, jubílame pronto!!

2 comentarios:

  1. Preciosa ciudad, me has llevado unos meses atrás cuando yo también pateaba sus calles. Un saludico.
    http://arrierosky.blogspot.com.es/2017/08/copenhague.html

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