Zahara running (capítulo 2) Correr por el campo, al Almarchal





Ruta para correr por el campo de Zahara, hasta el Almarchal, entre rentintas y molinos. Cuando algunos de la urbe vamos a Zahara, vamos con ganas de playa, olas, mar, sol,…y allí lo encontramos y disfrutamos. Pero para aquellos días en los que la marea está alta, hay demasiado levante, o simplemente te apetece cambiar de entorno... siempre nos quedará el Almarchal.

28 de agosto de 2013

En la entrada anterior "Zahara running (capitulo 1) Correr por la playa" ya di cuenta de mi ruta preferida por las playas de Zahara. Este año también he estado corriendo por el campo, a espaldas de Zahara, entre la Sierra del Retín y la Sierra de la Plata.

Desde el satélite


El recorrido total es de unos 15 kilómetros, con muy pocos desniveles, los que hay son suaves. Partimos desde el inicio del paseo fluvial, pegado a la playa, recorremos el paseo entero hasta el final, a continuación cogemos la calle María Luisa, paralela al campo de futbol, y seguimos hasta que la calle se convierte en camino. Una vez en el camino, podemos seguirlo directamente hasta El Almarchar (recorrido más corto, se queda en unos 10 km.) o coger otro camino que sale a la derecha en el km. 3 que también nos llevará al Almarchar pero dando un rodeo de unos 5 km. mas. Desde aquí volvemos hasta Zahara, ahora sí, por el camino corto.
El terreno, salvo la primera parte en la salida y después entrada en Zahara, es todo pista de tierra.

La ruta en wikiloc --> aqui

La ruta, en lazo, alrededor de las constelaciones de molinos


Tramo 1: Tramo urbano y salida del pueblo (km. 0 al 3)


Empezamos desde la punta del paseo fluvial, de espaladas a la playa, vamos remontando el rio por el paseo entre el Cachón y el pueblo. No se corre mal, este tramo es parte del recorrido que hicimos en la I Carrera Popular Playas de Zahara, bonita experiencia, y además está la barra libre de Cruzcampo de después de.

Punto de inicio, desde las mismas dunas
Paseo continuación, remontando el Cachón
Recorremos todo el paseo hasta el final, al llegar aquí, aunque un camino continua, nos desviamos a la derecha para coger la calle María Luisa, paralela al campo de futbol, dejando este a la izquierda. Esta calle nos sacará de Zahara, cruzamos la carretera después de pasar la gasolinera y seguimos en línea recta, ya convertida la calle en camino.
La primera señal de que estamos ya en el campo es que pasamos por el centro hípico el Jibbah, entre caballos. Si alguien va a Zahara y le apetece pasear a caballo, este es el sitio.

Centro hípico, por la mañana los caballos campan a sus anchas

Como ahora no es el momento de montar, seguimos rectos, por el camino, pasando entre los caballos, y ya estamos en pleno campo, amarillo siega.
En el km 2 aproximadamente, junto a una especie almacén de distribución de bebidas, el camino hace zigzag, izquierda derecha, pero sigue siendo el mismo camino, no tiene pérdida.
Esta zona ya no recuerda nada a que estamos en un pueblo playero, salvo por el sol. Nos adentramos en otro hábitat, por la derecha lo tradicional, campo y vacas retintas…

Retinta
Y por la izquierda la modernidad, molinos de viento, pero de los de ahora, no de moler sino de producir energía, eólica.

Molinos

En el kilómetro 3 encontramos el desvio por camino largo (como en el cuento de Caperucita), lo tomamos a la derecha, dejando el de enfrente para la vuelta.


A la derecha, hacia la Sierra de la plata

Tramo 2:  desde las vacas hasta los burros (o del km 3 al 7,5 km)


Pues cogemos el desvío, a esta hora temprana, en dirección al sol, con la Sierra de la Plata al fondo. El paisaje continúa en la misma línea: a la izquierda molinos, que no son los del Quijote (aunque perece que por estas tierras de Zahara de los Atunes si que anduvo Cervantes) sino los del parque eólico. De hecho, vamos a dar una vuelta rodeando el parque eólico, es curioso ver la imagen satélite de google, recuerda al cielo. Constelaciones, pero en lugar de estrellas, molinos.

Mas molinos

A la derecha retintas, esas raza de vacas rojas, de amplia cornamenta, que dicen que ya aparecían en los jeroglíficos de los antiguos egipcios.  No sé si casualidad o normalidad, uno de los días que hice esta ruta, en una de las fincas ¡¡Las vacas estaban sueltas por el camino!! y claro, yendo de rojo como era el caso, daba cierto respeto pasar corriendo a su lado, pero el incidente no llegó a más, aminoré el ritmo y pasé en cierto estado de “prevengan” aunque creo que a las vacas no le interesaba lo mas mínimo mi presencia, seguían a lo suyo.

¡¡Qué cornamenta!!

Por lo que vi, los cultivos de la zona deben ser cereal y pasto para las retintas. Arboleda, salvo en la zona de sierra, no se ve mucho, aunque sí que encontramos algún “islote” verde, curiosamente de eucaliptos, lo que debe significar que en el subsuelo hay bastante agua, ya que estos árboles beben lo suyo.

Eucaliptos, estos no son gallegos

Poco antes del kilómetro 5 y medio nos encontramos de frente con unas casas de labranza, supongo que es donde tienen toda la maquinaria para la explotación agraria y/o ganadera de la zona. Al llegar aquí hay, no hay que adentrarse entre las casas sino continuar el camino por la izquierda, es el mismo camino pero hace un giro de 90º a la izquierda.

Cortijo

Seguimos rodeando el parque eólico. Este tramo tiene un ligero desnivel en subida.

Para acerse una idea del tamaño, unos puntitos blancos que se ven al final del camino son furgonetas

Como siempre, además de molinos, retintas, y algún resto (o igual sigue todavía en activo) de pozo y pilones en cascada para las vacas.


Abrevadero

Los alrededores del camino, poco verde, sobre todo amarillo, imagino que en otra época el paisaje será de un color bastante distinto.
El único “verde” que tenemos cerca ahora es un poco peligroso, aunque sus frutos, una vez “desespinados”, dicen que están muy buenos, pero ahora mejor no acercarse a las Chumberas.

Chumberas del camino

A lo lejos si se ve verde, desde que pasamos el cortijo vamos en paralelo a la Sierra de la Plata, ahí sí que hay arboleda y no solo árboles, también hay restos prehistórico, dólmenes, pinturas rupestres… pero hasta allí no vamos a subir corriendo, esto va a ser cuestión de ir otro días, pero andando.

Sierra de la Plata

Poco después del kilómetro 7 nos encontramos, a la derecha, una finca donde no hay retintas sino, como en otros lugares de mayor postín, burros, y muchos.

Sres. burros

Tramo 3 desde los burros al Almarchar (km 7,5 al 10)

Desde la finca de los burros el camino sigue por la izquierda. Es un poco engañoso, al menos yo la primera vez que fui me equivoque, y gracias a que pregunte a un bicicletero no terminé en Facinas, bueno, tanto no hubiera aguantado, me hubiera dado la vuelta antes.
El tema es que al llegar a los burros, el camino sigue por la izquierda, seguimos bordeando los molinos y no por el camino que sigue recto.

Al llegar a los burros, la primera a la izquierda

Desde aquí hasta el Almarchal, ahora sí que es todo recto, seguimos por el camino blanco, como llegarán las zapatillas, sean del color que sean.
Este tramo es ligeramente descendente, lo poco que subimos en el tramo anterior ahora lo bajamos.
No poblado de fauna retinta, salvo algún caballo, sí que encontramos extrañas parejas en el mundo vegetal. A lo largo del camino aparecen juntas, que no revueltas, especies variopintas: palmera con olivo, olivo con chumbera,…

Palmera-oliva


Olivo-chumbera

Enseguida llegamos al pueblo, pequeñito, blanco, muy “andalú”. Preferí cruzarlo en lugar de coger el camino que lo dejaba por la tangente. Además de por verlo, por ver si localizaba alguna fuente en la que hidratarme por dentro y por fuera, ¡Ozú que caló!... y encontré. Una buena mujer que estaba regando con la manguera, no dudo, con toda amabilidad, en dejarme beber, incluso ¡¡ofrecerme un vaso!!.  A lo que me negué, con lo me que gusta a mi ¡¡beber a chorro!!.

Bienhallado

Tramo 4 Vuelta del Almarchar a Zahara (o del km 10 al 15 km)


Una vez refrescado generosamente con la manguera, continuamos ya en dirección a Zahara, ahora por el camino corto.
Los gallos y las gallinas me acompañan en la salida del pueblo, a falta de liebres…, pero enseguida me abandonan a mi suerte.

Acompañantes temporeros

Ahora, en sentido vuelta, las zapatillas pesan más, y no es por el peso del polvo acumulado, se van notando los kilómetros y sobre todo el calor.
En el camino de vuelta tenemos la misma panorámica: molinos y retintas, pero nunca las vista son las mismas.. Siempre hay un detalle nuevo que observar y que hace evadir la mente del cansancio hacia la curisiodad…

Colmena de caracolillos


22

Y poco a poco vamos dejando el campo y acercándonos de nuevo al pueblo…

¡¡Zahara a la vista!!
 
…el almacén de la cocacola, los caballos, la gasolinera, el campo de futbol y otra vez estamos en el paseo, ahora acompañamos al Cachón hacia su final…y el de nuestro camino.

Ya estamos en el Cachón, ahora a favor de corriente, hacia el mar
Nunca el paisaje se repite, siempre hay algo diferente: Un par de garcillas juguetean y se persiguen ajenas a mi.

Garcillas buscando lio


Se acabo. Llegamos al final del paseo y el paseo llegó a su final. Igual que las vacaciones. Este año han sido estas dos rutas en Zahara: por la playa (capítulo 1) y por el campo (capítulo 2). Para el año que viene habrá que ir pensando ya en re-correr estas y descubrir alguna otra nueva.

Ay señor, llévame pronto!!

Adios

1 comentario:

  1. Preciosa publicación. Yo siempre veraneo en Zahara, toda mi familia somo de Cai. Zahara es mi paraiso y correr me encanta.
    Enhorabuena.

    Yolanda

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