Crónica de la carrera Down Madrid, 25 km. para confirmar mi
adaptación al running minimalista. Tocaba ya correr con huaraches ya una
distancia media, manteniendo un ritmo de competición ¿Aguantaría?
8 de octubre de 2014
Normalmente suelo hacer una carrera al mes, el mes pasado
corrí mis primeros 10k con Huaraches en la Madrid Corre por Madrid con muy buenas sensaciones e
incluso mejorando mi mejor tiempo en esta carrera. Para este mes, la carrera planificada
era la II Carrera Juegaterapia en Coslada, también de 10 km. pero, aunque ya
estoy inscrito, no la voy a poder correr por otros compromisos familiares, así
que estaba sin plan.
El club running de mi empresa nos comunicó que iba a apoyar la
carrera 25 aniversario de la Fundación Síndrome de Down y que tenía 50 dorsales
disponibles. Sólo habrían pasado 2 semanas desde la última carrera y no había
hecho un entrenamiento específico para correr 25 km. pero me lancé. Si la
carrera de 10k fue el bautismo con huaraches, esta sería la confirmación!! o no…
El Evento
Había tres modalidades de carrera: 2,5 km (no competitiva),
9,2 km. y la especial 25 aniversario, de 25 km. Me apunté a esta última.
El recorrido era por el madrileño parque Juan Carlos I. Un
circuito por los caminos y paseos del parque, algunos de asfalto y otros de
tierra con bastantes piedrecillas, al que teníamos que dar 3 vueltas los que
participábamos en la modalidad de 25 km.
El recorrido por el parque Juan Carlos I, 3 vueltas la de 25k |
La compañía:
En la salida nos encontramos unos cuantos compañeros de trabajo,
todos aficionados a correr, pero quedé especialmente con dos compañeros y
amigos con los que he compartido “pupitre” en algunos proyectos y sobre los que
creo que “algo” he “ayudado” a que se inicien en esto del running: los Luises.
Ambos se llaman Luis y ambos corrían la prueba de 9,2 km.
Los Luises y yo |
Uno de ellos, está iniciándose en el minimalismo, corrió con
zapatillas de transición. Los dos han superado ya su primer escalón de
iniciación y “sufrimiento” y aunque siguen sufriendo como todos, ya están en el
siguiente peldaño, en el de ser capaces de terminar una carrera de 10k,
sentirse satisfecho por ellos y disfrutar corriendo superando sus propios
objetivos.
Mis miedos:
Bueno, alguno había, aunque había hecho este verano un
rodaje con huaraches de más o menos los mismos kilómetros (Ruta de Zahara a Bolonia) había sido a
ritmo “turístico” y disfrute del entorno, no a ritmo de competición.
Además, aunque la adaptación de las plantas de los pies y de
los músculos de la pierna (soleos/gemelos) ya está superada, cero molestias, desde
que intento ir rápido arrastro un pequeño dolor en el tobillo derecho, creo que
por estar yendo más poco a poco en esta transición. Los músculos y
articulaciones del pie “anulados” por la zapatillas necesitan su tiempo para
ponerse al mismo nivel que el resto de músculos fortalecidos en los
entrenamientos. Pero no sé qué tenemos en el cuerpo que nos cuesta tanto tener
paciencia e ir poco a poco…
Desde luego esta no era la mejor carrera para fracasar con
las huaraches, no corría en el anonimato sino con un motón de compañeros (amortiguados),
que ya se habían fijado en mis pies y habían hecho algún comentario y broma
sobre “las chanclas”…
La evolucion: amortiguadas, transición y huaraches |
La carrera:
El día era bastante agradable para correr, soleado y sin
viento. La carrera empezaba a las 10:30. Como siempre en esta carrera, el
pistoletazo de salida lo dio D. Vicente Del Bosque, señor al que admiro como
persona y como deportista, aunque no me guste el futbol.
El Sr. Del Bosque apoyando a los chicos |
El primer kilómetro fue un poco caótico, las tres carreras
salían juntas por lo que no era fácil correr entre tantas personas, algunas
andando, niños,… que participaban en la modalidad de 2,5 km. El primer
kilómetro fue bastante lento.
Salida, el ritmo no era el de Kimetto |
Me había marcado como objetivo, además de terminar, intentar
hacer un ritmo medio de 5’/k, en progresión, empezando en 5:20 e ir bajando 10
segundo el ritmo cada 5 km. pero una vez en marcha me di cuenta que había sido
demasiado optimista en las previsiones.
A uno de los Luises le había ofrecido hacer de liebre, pero
como vi que yo estaba yendo más lento de lo previsto, se lo indiqué para que
tirara él más fuerte, como así hizo. Seguí ya sólo a mi ritmo.
Sobre el kilómetro 3 ó 4 alcancé a otro par de compañeros,
estos ya más veteranos en estas lindes, que estaban corriendo esta carrera de
25 km. a modo de entrenamiento, rodaje largo, de cara a los maratones que iban
a correr en pocas semanas (New York uno y Bilbao el otro), con uno de ellos ya
coincidí en el pasado maratón de Madrid. Les acompañé un rato charlando de
maratones, sandalias, etc. y luego continué a mi ritmo.
A partir del kilómetro 9 ya solo estábamos los doscientos y
pico corredores que hacíamos la carrera de 25 pero según iba pasando la mañana,
los caminos y paseos se iban llenado de paseantes…
Llegué al kilómetro 10 sobre los 53 minutos, en progresivo
como yo quería, sacando un ritmo medio de 5:18 min/km. Más lento de lo previsto
pero lo importante era que el tobillo estaba aguantando bien. Las sensaciones
de ligereza y frescura de correr con sandalias son increíbles.
Del kilómetro 10
hasta los 21, la media maratón, avivé un poco el ritmo adaptándome al
circuito: más rápido en las bajadas y más lento en las subidas. El tobillo
seguía aguantando bien y lo de correr con huaraches ya no me supone ninguna
novedad mental, corro con la misma naturalidad como lo hacía con zapatillas. Sí
que sentía las miradas de otros corredores y algún cuchicheo cuando pasaba a
algún grupo. Porque este tramo lo hice como a mí me gusta, de menos a más, si
en el primer tramo me iban pasando corredores, en este era yo que iba pasando a
los corredores que ya iban “KO” o que habían empezado por encima de sus
posibilidades. Ir cogiendo a los corredores que llevas por delante siempre es
un plus anímico.
En este segundo tramo desde el 10 a la media maratón fui a
mejor ritmo que en los primeros 10, haciendo los 11 km. a un ritmo medio de
5:01 min/km. pasando por los 21, según mi reloj, en 1:48:11. No es que sea mi
mejor marca personal de media maratón, pero no está mal para ser la primera
“media” con huaraches y no haberla preparado.
Desde el 21 hasta la
meta, en el 25, la cosa ya no fue igual. Parecía que mi cuerpo ya no quería
seguir, el calor era ya más fuerte y costaba mover las piernas al ritmo que
llevaba, sobre todo en las cuestas. Cuestas que en las dos primeras vueltas
casi ni las había notado, ahora sí que las sentía y me costaba subir cayendo el
ritmo.
También se notaba ya exceso de gente, el circuito no estaba
cerrado al público, sólo señalizado, y durante la última vuelta, ya pasado el
mediodía, había que ir esquivando paseantes, bicis, niños jugando,…
Durante estos últimos 4 kilómetros, que mi cuerpo opinaba
que estaban de más, aunque pasé a algún corredor que iba peor que yo, hubo
también alguno que me pasó a mí. En este tramo me bajó el ritmo medio hasta los
6:03 min/km. Yo que temía antes de empezar por el tobillo y mi adaptación a correr
con huaraches, realmente lo que me estaba fallando es el “motor”. Desde el 21
iba “en reserva”.
Terminé la carrera en un tiempo neto oficial de 2:12:25. Me
hubiera gustado tener una foto de esta carrera entrando en meta, pero aunque
han publicado en la web más de 1.200 fotos, no he encontrado la mía… Igual el
fotógrafo estaba cambiando el carrete (¿carrete, qué es eso? Se preguntará
algún joven..), bueno, cambiando la tarjeta SD de la cámara justo cuando yo
entré en meta, ¡snif!, eso o que no han querido publicar la foto de un tío
corriendo en “chanclas”, jajaja.
Bueno, al menos tenemos el video, a partir del segundo 20 se
me ve llegando a meta
Entrada en meta, pulsar sobre la imagen para ver el vídeo |
Resumiendo:
Sensaciones muy positivas de mi primera carrera de 25 km.
con huaraches, creo que esto del minimalismo ya no tiene marcha atrás, salvo el
frio… seguramente durante este invierno entrene con zapatillas, eso sí, drop
cero. Muy contento de haber terminado esta carrera y haber superado otro hito.
Ahora toca cambiar el chip de mi motor deportivo “hibrido”.
A pesar de que durante el invierno voy a seguir corriendo (y escribiendo en el
blog, jajaja), paso el running al motor “eléctrico” y empiezo a echar gasolina
al motor de mi otro deporte, el karate, donde he fijado mi próximo reto.
Una
vez conseguido este, seguramente en la próxima primavera/verano/otoño, volveré a
cambiar el chip e iré a por ¡¡Mi primera maratón con huaraches!! y, si es
posible… bajando de las 4 horas.
Yo, sólo soy un hombre
Buena carrera y buen tiempo. Ahora a cambiar el chip, ah precisamente la maraton mas rapida que he hecho yo fue la de Malaga y con las sandalias jeje. Un saludico.
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