Ruta running
costera para correr entre Barbate y el faro de Trafalgar, cruzando el pinar del
Parque Natural de
la Breña y después Caños de Meca. Un placer de más de 20 km., ida y vuelta, en
plena naturaleza, entre pinos y océano.
27 de agosto de 2015
Desde la playa de
Zahara se puede observar por poniente, más allá de Barbate, un gran pinar en lo alto de un acantilado. Más
allá aun, el faro de Trafalgar, por donde a diario se pone el sol. Cada día un
poquito más lejos.
Durante los
últimos años que estamos viniendo de vacaciones a Zahara, siempre sentía
tentaciones de ir a correr por allí, pero me daba pereza tanto por el
desplazamiento en coche para llegar a la zona (normalmente no muevo el coche en
todas las vacaciones), como tener que buscar aparcamiento a la vuelta (misión
imposible). Este año la tentación ha sido mayor que la pereza.
La ruta:
El recorrido es
de algo más de 20 km. totales (ida y vuelta). Partimos de las afueras de
Barbate, cruzamos el pinar de la Breña, bajamos a Caños de Meca, lo atravesamos
hasta llegar al Faro de Trafalgar y regresamos por el mismo camino.
El desnivel no es
muy grande, la máxima altitud a la que llegamos a estar ronda los 100 m. pero
hay que subir desde nivel del mar hasta allí dos veces, a la ida y a la vuelta.
El resto plano.
El terreno es
mixto: hay pista forestal por donde se corre bien, aunque hay arena; alguna
parte muy arenosa y de piedras por donde es más complicado correr; playa blanda
por donde es imposible correr y otra parte de asfalto.
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Mapa y altimetría |
Puedes navegar o
descargarte los tracks de la ruta en el siguiente enlace de wikiloc --> aquí
La Aventura:
Madrugamos mi
mujer y yo para acercarnos en coche hasta un pequeño parking de tierra que hay
después de atravesar Barbate y pasar el puerto deportivo, justo en la entrada
de la playa de Hierbabuena. Desde allí se avistaba la ruta que nos esperaba.
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Vista del camino que nos espera |
Cogemos una pista
ancha de arena que se iniciaba allí mismo, paralela a la playa. A unos pocos
metros hay que dejarla por una senda que sale por la derecha ya que la pista principal
acaba en la playa.
Seguimos por la
senda, arenosa. A unos 600 m. sale un caminito por la derecha que lleva a una
fuente, a un caño, toda esta zona es de caños o manantiales. Este dicen que es de
agua fresca y potable.
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La senda que nos lleva hacia el destino |
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Desvío hacia la fuente |
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el caño |
Vamos dejamos
atrás la playa. Poco a poco vamos cogiendo altura y entrando en zona de pinar y
matorral, pino piñonero y enebros. Por algunos sitios, paredes rocosas.
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El sol todavía esta bajo, atrás queda ya la playa de donde salimos |
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Entramos en zona de pinar |
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pinar y matorral, también se ve muchos enebros |
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el pinar es inmenso, con un color verde brillante |
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No sabia que también era zona de petroglifos |
Sobre el km. 1,5 dejamos la senda principal y cogemos otra más pequeña que sale por la izquierda, un poco más pegada a la costa, para llegar hasta un antiguo molino hoy abandonado pero que un su momento aprovechaba el agua que bajaba del monte.
Esta parte es bastante arenosa. Mi mujer, de vez en cuando, tiene que parar a vaciarse la arena de las zapatillas. Otra ventaja de correr con sandalias, ¡La arena que entra por la que sale!
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arena y raíces en el camino |
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Ya se ve al fondo los restos del molino |
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el molino |
Tras rodear el
molino, aproximadamente en el km 2, subimos para volver a coger el camino
principal. Ahora toca sudar, siguen 2 km. casi en línea recta, de constante
subida hasta la Torre del Tajo. Subir y subir. Como compensación al esfuerzo,
merece la pena echar un vistazo por el acantilado y deleitarse con las
maravillosas vistas en todas direcciones. Por el otro lado, pinar y roca.
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retomamos el camino, subida fuerte pero al menos suelo firme |
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Observando el paisaje en mitad de la cuesta |
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la inmensidad del oceano |
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al otro lado roca y pino |
Llegamos
a lo más alto del acantilado de la Breña. Sobre los 100 m. de altitud, allí
está la Torre del Tajo, una antigua torre de vigilancia del siglo XVII. Hay que
acercarse al borde, hay varios miradores, y observar los acantilados. Parece
que la composición de la roca que forma estos acantilados provoca que los
acuíferos del monte broten por diferentes puntos de la pared del acantilado
formando caños de agua, lo que da nombre a “Los Caños de Meca”.
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el sol va subiendo |
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La Torre del Tajo |
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Acantilado |
Tras
deleitarnos con las vistas y respirar, seguimos adelante. Planeamos un par de
kilómetros por lo más alto del pinar, entre enormes árboles, algunos doblados
por la fuerza de años de empuje del viento y, de repente, aparece en el
horizonte el faro de Trafalgar y Caños de Meca en el camino.
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Seguimos el camino... de arena |
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... y pinos |
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algunos doblados por el viento |
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y de repente, en el horizonte aparece el destino |
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azucenas marinas |
Entre el km 6 y
el 7 aproximadamente encontramos una fuerte bajada con cierta dificultad (aunque
peor será subirla) que acaba en el final de la zona urbanizada, asfalto, de
Caños de Meca. La senda de bajada, además de la fuerte inclinación, combina
tramos de mucha arena con tramos de piedras y raíces hasta entrar en Caños.
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llegamos a la zona "urbanizada" |
Cogemos la
calle/carretera principal que va paralela a la costa y la vamos siguiendo a lo
largo de las urbanizaciones.
Vinimos a ver la
playa de Caños de Meca el primer año que veraneamos en Zahara, hará 7 u 8 años.
El recuerdo que tenía en mi mente de un sitio salvaje, hippie, poco urbanizado,
poco tiene que ver con lo que encontramos ahora, casas y urbanizaciones a lo largo
de 2 kilómetros. No sé si ha sido cosa de mi memoria selectiva o de la burbuja…
Decidimos dejar
el asfalto y meternos por la playa para llegar hasta el faro. ¡¡Error!!, la playa tiene mucha inclinación y la arena está
muy blanda, los pies se hunden.
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entramos en zona playera |
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difícil correr |
En
cuanto podemos abandonamos la arena para volver a la carretera que llega hasta
el faro, entre inmensas dunas de arena.
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el faro de Trafalgar más cerca |
Y llegamos
al Faro de Trasfalgar, km.
10,5. El faro se encuentra en una especie de punta con playas a ambos lados.
Intentamos rodearle pero no se puede.
El faro actual es
una torre “troncocónica”, vaya nombre, que fue construida en 1860. Justo al
lado están los restos de una torre almenara que construyeron los árabes en el
siglo IX para el mismo fin, solo que en vez de bombilla usaban fuego. Según
estudios, en tiempos de los romanos aquí había un templo dedicado a la diosa
Juno, diosa del matrimonio, donde los romanos hacían sacrificios.
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selfie en el punto de destino |
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Playa de las Plumas, al otro lado del faro |
Pero realmente a lo que se asocia el nombre de “Trafalgar” más que al faro es a la famosa Batalla de Trafalgar que tuvo lugar en esta costa en 1805 entre la armada inglesa y las tropas napoleónicas aliadas franco-españolas. Ganaron los ingleses, de ahí la famosa plaza de Londres “Trafalgar Square”.
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a volver |
La vuelta:
Toca regresar.
Volvemos por la carretera del faro. Algunos paseantes y algún runner. Ahora no
cometeremos el error de ir por la playa, seguimos por asfalto, en algunas
partes borrado por la arena de las dunas.
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vuelta por la carretera del faro, entre las dunas |
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dunas |
Cruzamos Caños de
Meca. Ahora es un poco más tarde y ya se ve más animación. Tiendas abiertas, gente
en alguna terraza desayunando, ¡Qué ganas dan de parar!. Casas blancas, edificios
blancos, solares que hacen de parkings, chiringuitos que anuncian menús y
espectáculos. Algún restaurante singular.
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restaurante original |
Aproximadamente en
el km. 14 se nos acaba Caños y el asfalto, llegamos de nuevo a la arena.
El siguiente
kilómetro es el de mayor dificultad. Subida con bastante inclinación, terreno
con mucha arena y donde no hay arena encontramos piedras y ramas. Subimos
andando, lo que nos permite ir observando con más calma la maravillosa vista
que hay del océano, de Caños, del Faro, del pinar, ¡Un espectáculo!
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atrás queda ya el faro |
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mar |
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arena |
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piedras, raíces |
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pinos |
Los siguientes
dos kilómetros siguen siendo subida, pero mucho más suave. El terreno aunque
sigue siendo arenoso, ya es duro. Volvemos a correr entre enormes pinos
piñoneros hasta llegar de nuevo a la Torre del Tajo y volvemos a parar a
observar (no es por el cansancio, es por la vistas, jejeje).
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pinar, ya sin cuesta |
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y de nuevo la Torre del Tajo |
Desde aquí, ya
solo queda bajar. Pista dura de algo más de 3 km. paralela al acantilado. Abrimos
el paisaje, además del verde de los pinos y el amarillo de la arena tenemos el
azul del mar. La vista durante la bajada alcanza hasta Zahara de los Atunes y
toda la Sierra de la Plata enfrente. Si el día estuviera un poco más despejado
seguro que se vería la costa africana.
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bajada con vistas |
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espigón de Barbate, Sierra de La Plata |
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por el otro lado roca |
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y verde |
La bajada la
hacemos a buen ritmo, quemando el último cartucho de fuerzas que nos queda,
solemos correr en ayunas.
De vez en cuando
se cruza alguna lagartija coliroja. Qué curioso, me pregunto cuántos tipos de
lagartijas distintas habrá, mira que he visto lagartijas y lagartos distintos
por todas parte, pues estas nunca las había visto, con la cola de color
diferente al cuerpo. Son rápidas las joias, no me dan opción a hacerlas ni una
foto.
Poco a poco vamos
perdiendo altura hasta acabar donde empezamos, en las puertas de la playa de
Hierbabuena, ahora ya encontramos el parking lleno.
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regreso a la playa de Hierbabuena |
Acaba la ruta
zahareña de este año. Han sido 20,5 km de running (o trail running no sé cuál
sería la definición adecuada según los expertos). Corriendo y saboreando la
naturaleza: mar, monte, hasta historia. Aprovechando estos días de descanso
para no descansar o descansar cansándose, que es lo que nos gusta, por esta
maravilla de lugar.
El año que viene
habrá que buscar nuevas rutas. Ahora a volver, ducha, desayuno y a descansar a
la playa, no sin una buena hidratación…
Ay señor,
jubílame pronto!!
Otras rutas interesantes:
Como siempre buenos entrenos y bonicos paisajes. Un saludico.
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