Se acaba la Desert Run, el running por el desierto, Marruecos,...
Último día del viaje. Hoy no habría carrera pero sí aventura por los alrededores de Rissani, y la verdad es que no me hubiera importado correr también este último día. Pensé en salir a dar un vuelta temprano hasta las dunas a modo de despedida (las dunas estaban a la vuelta de la esquina del hotel, a menos de un kilómetro) pero no lo hice, en su defecto, mi hija pequeña se despertó igual de temprano que yo y nos fuimos a dar una vuelta por el hotel y alrededores...
Último día del viaje. Hoy no habría carrera pero sí aventura por los alrededores de Rissani, y la verdad es que no me hubiera importado correr también este último día. Pensé en salir a dar un vuelta temprano hasta las dunas a modo de despedida (las dunas estaban a la vuelta de la esquina del hotel, a menos de un kilómetro) pero no lo hice, en su defecto, mi hija pequeña se despertó igual de temprano que yo y nos fuimos a dar una vuelta por el hotel y alrededores...
Domingo, 3 de noviembre de 2013
Lo dicho, salimos por la parte de atrás de hotel y nos
encontramos con la primera sorpresa del día (habría más): al lado de un tráiler
enorme, bajo un toldo, había un coche prototipo que más tarde me enteré que era
el que va a pilotar Carlos Saiz en el Paris-Dakar de este año. El equipo había
venido aquí para hacer pruebas.
Con esto si que se hubiera hecho mejor tiempo que Martín Fiz |
Tras la vuelta de reconocimiento exterior, dimos otra por el
interior del hotel y decidimos que ya era hora de espabilar a las dormilonas.
Desayuno a “tutiplén” (hoy ya no había que pensar en la
carrera), recogida de maletas y de nuevo a al Toyota.
Físicamente estábamos bastante bien los dos, ninguna secuela
muscular ni similar ¿Será que no nos esforzamos bastante?, pero más de un@ se
veía por el hotel con unos andares un poco singulares: uno... el robocop, dos..
el escocido,.. seguro que se habían esforzado más que nosotros o al menos
habían terminado más perjudicados. Eso desde luego no les borraba la sonrisa de
oreja a oreja.
adiós piscina |
Pues al 4x4 y en caravana de excursión para ver el mercado
local de Rissani.
De camino había que pasar por la ciudad de Arfoud y esta fue
la segunda sorpresa del día, al pasar por la ciudad vimos que había calles
cortadas porque se iba a celebrar una carrera popular de 10 km. ¡¡Jo..er!! si
lo llegamos a saber antes nos podíamos haber apuntado a correr con los
marroquíes a modo de fin de fiesta.
Esto no estaba previsto, pero la cabra tira al monte y
paramos por allí en un rincón los 30 Toyotas para vivir el ambiente que se
respiraba y ver la salida.
Debería de haber unos cincuenta atletas, incluso un par de
chicas de corto, raro porqué por esta zona la mayoría de las mujeres iban con
el burka de la cabeza a los pies.
Se notaba donde estábamos, esto no eran las carreras
populares de Madrid donde cualquier mierdundi como yo, que le cuesta bajar de
50’, lleva unas zapatillas último modelo de más de 100 Euros de las que dicen
en las tiendas que hay que cambiar a los 800 kilómetros porque pierden las
propiedades. Estos corredores llevaban las zapatillas bastante más antiguas y desgastadas,
algunos ni siquiera llevaban ropa de running y algún otro también se veía con camisetas
de carreras populares españolas, pero ¡¡Cómo corrían!!.
Lo que si había era bastante animación. Bastante gente
viendo, o esperando ver, la carrera, y por supuesto las bandas locales de
música animando.
los corredores |
la música |
los palcos |
Ya que estábamos allí, le tocó dar la salida al campeonísimo
Martín Fiz. En teoría dio la salida pero yo creo que echaron todos a correr
antes de que la diera.
También había bastantes niños, todos deseando coger alguna
botella de agua de los corredores, aunque había algún agente de la autoridad malhumorado que lo
impedía, sin embargo, a mi hija le dio una sin pedirla (chupada, eso sí)
Algunas niñas se
acercaban a mis hijas, querían socializar con ellas, pero claro ni ellas
hablaban español ni mis hijas árabe, pero me sorprendió como las niñas se
acercaban a hablar con ella e incluso una de ellas le regalaba un anillo que
llevaba puesto a una de mis hijas (no la dejé aceptarlo y yo creo que la pobre
niña se ofendió). Yo con mi mentalidad de extranjero desconfiando estaba “ojo
avizor” pero en ningún momento las niñas pidieron nada ni las vi ninguna mala intención
sino todo lo contrario.
la seguridad |
la salida |
las sillas de ruedas, también había carrera paralímpicos |
el tráfico |
Una vez arrancó la carrera de nuevo a los coches y ahora sí
camino al mercado de Rissani.
las afueras del mercado, zona de descarga de mercancía |
entrada al mercado |
Lo primero que me sorprendió cuando llegamos al mercado era
el bullicio que había. Hasta ahora durante todo el viaje, o habíamos estado en
el desierto, prácticamente despoblado, o en pequeños poblados, pero aquí había
muchísimo movimiento. Coches, motocarros, bicis, ciclomotores, peatones, todos
juntos en la misma calle y en todas direcciones.
Coches, bicis, peatones,... |
El pollero, algo joven para llevar una moto, pero antes empezó Márquez |
Este mercado no es un mercado turístico, es un mercado donde
viene a abastecerse la gente que vive en los alrededores. Aquí podías encontrar
de todo, bueno, de todo lo que hay por aquí, lo que no hay es souvenires para turistas.
Aunque todo estaba mezclado, se distinguían varias zonas: una zona de bazar,
otra de verduras, hierbas, especias,… y otra donde había más puestos de carnes
y otros alimentos. Pescado, evidentemente no había, solo vi un puesto donde
tenían una caja con sardinas, trocitos de hielo y capa de moscas por encima.
A mí que nunca había estado en un país musulmán, todo me
llamaba la atención.
La gente que andaba por allí era una mezcolanza de árabes, bereberes
y africanos subsaharianos, la mayoría vestía indumentaria tradicional: los
hombres chilaba y las mujeres tapadas de arriba abajo, la mayoría con burka. Algunos
se molestaban si les fotografiabas, es mejor pedir permiso primero.
dátiles |
calles del mercado |
mucho burka |
Zona de verduras |
Los puestos eran variopintos, desde objetos de segunda mano
como zapatillas (había que buscar dos iguales o al menos parecidas); especias,
estos los mas coloridos; verduras, algunas las mismas que tenemos es España y
otras diferentes que nunca había visto; carne, bueno la carne igual la dejaba
de comer y me hacía vegetariano si yo viviera aquí.
Asics, Brooks, Saucony, Adidas, Reebok,.. |
Legumbres varias |
especias y otras hierbas |
más especias |
Verduras |
Carne, casquería |
de todo un poco |
Y lo mejor estaba al otro lado del mercado: el parking. Está
claro que Ferraris no íbamos a encontrar muchos, aquí la tracción es animal y
el parking del mercado es acorde a ello. Como en el Carrefour, también hay
taller exprés para reparaciones rápidas.
parking vigilado |
Servicio exprés |
Después de ver y patear el mercado de Rissani, de nuevo nos
dirigimos al coche para ir a otro punto en mitad del desierto.
Primero unos pocos kilómetros por carretera y después otro par, desierto a través haciendo rally, hasta llegar a un enclave natural privilegiado que fue usado por los portugueses como cárcel para esclavos en el camino que seguían para llevarlos desde el África Subsahariano hasta Portugal.
Primero unos pocos kilómetros por carretera y después otro par, desierto a través haciendo rally, hasta llegar a un enclave natural privilegiado que fue usado por los portugueses como cárcel para esclavos en el camino que seguían para llevarlos desde el África Subsahariano hasta Portugal.
Es una especie de meseta sobre una colina en forma de “U”. Construyeron
unos muros y ya estaba la cárcel. La verdad es que creo que los muros eran innecesarios,
si se escapaban los presos ¿A Donde iban a ir andando y sin agua, si estaban en
mitad de la nada?
Después de dejar los coches en la parte de abajo hay que
subir un buen caminito pedregoso y empinado, pero merece la pena, las vistas
desde arriba es impresionante, 360º a la redonda.
derecha |
centro derecha |
centro izquierda |
izquierda |
Y aquí llegó la tercera sorpresa... la organización había
montado, al estilo tuareg, una cuantas alfombras y un catering de té, frutos
secos y ¡¡Cava!!. Esto sí que fue un detalle para rematar un viaje 10.
brindis final |
Tras deleitarnos un buen rato con las vistas, la compañía,
el cava, unas fotos de recuerdo, mas cava (ya no había que correr), mas
fotos,... tocó dejar tan impresionante paraje y volver al hotel.
Última comida en el hotel y en marcha para el aeropuerto. La
carretera que va hacia el aeropuerto de Errachidia sigue el antiguo curso del
río Ziz. Cuando llegamos a Marruecos, de camino al hotel no vimos nada, era
todo oscuridad, pero ahora vemos que la carretera va bordeando un enorme
palmeral, el de Tafilalet, con cerca de un millón de palmeras, en esta zona hay
un gran producción de dátiles.
Hicimos una parada para admirarlo con detenimiento y hacer unas últimas fotos de despedida de Marruecos.
Hicimos una parada para admirarlo con detenimiento y hacer unas últimas fotos de despedida de Marruecos.
Palmeral, en tiempos... un río |
Y ahora sí, el último destino sería el aeropuerto, allí
espera nuestro avión para llevarnos de vuelta a la realidad.
Nos devolvieron los pasaportes, identificamos las maletas que allí nos esperabas, pasamos el control policial (por llamarlo de alguna manera, ya que era poco más que una inspección visual) y al avión, esto se acabó.
Nos devolvieron los pasaportes, identificamos las maletas que allí nos esperabas, pasamos el control policial (por llamarlo de alguna manera, ya que era poco más que una inspección visual) y al avión, esto se acabó.
no vamos |
Salimos puntuales y llegamos puntuales. El trayecto se hizo
corto. Las caras que se veían en el avión eran mezcla de felicidad y cansancio. Poco a poco
íbamos tomando contacto con la realidad que nos esperaba... hacer ejercicios de
matemáticas, el lunes una de las niñas tenía examen y el pensamiento en la
última carrera que nos esperaba... Si a la ida tuvimos que correr para coger el
avión, ahora no iba a ser menos, el avión de Barcelona a Madrid salía desde la
otra terminal del aeropuerto del Prat y nos tocaba pasar lo mas rápido posible
el control, coger el autobús de enlace, pasar de nuevo control en la otra
terminal y llegar a tiempo para embarcar en el último avión que salía para
Madrid, no había ninguno mas tarde.
Si aterrizábamos según lo previsto llegaríamos bien, pero ya
se sabe como son los aeropuertos y más en un puente...
No hubo problema, aterrizamos “on time” y llegamos con
suficiente margen al otro terminal, de hecho, nos dio tiempo hasta a cenar una
hamburguesa en un McDonalds de la terminal. Ahí fue cuando tomé consciencia de que ya estaba
en otro mundo, el teóricamente civilizado: comida basura, abuso de la energía
con luces deslumbrantes y neones por todas partes y, después de cinco días de
relax, de nuevo me tenía que empezar a preocupar de vigilar las maletas y a mis
hijas.
Llegamos a Madrid y después a casa, ahora sí que se acabó,
de nuevo el estrés de preparar las cosas para el trabajo y colegios del día
siguiente y a dormir.
Ha sido un viaje inolvidable, no me viene a la cabeza nada
que no me haya gustado. Mis hijas aseguran que ha sido el mejor viaje de su
vida y para nosotros tanto la carrera como el resto de viaje/aventura ha sido
impresionante.
El escribir este blog me ha permitido alaaargar el viaje
casi un mes más. Por la noches, el recordar lo que hacíamos cada día para
escribirlo, el mirar las fotos y seleccionarlas, y buscar alguna documentación
sobre lo que habíamos visitado,... ha sido como seguir allí.
Aún después de correr los fines de semana por aquí, cuando
me duchó todavía queda arena en el suelo de la ducha, aunque ya llevan varias
lavadas lo calcetines ¡¡Se ha quedado incrustada y va saliendo poco a poco!! y las zapatillas no las
pienso lavar...
Ya no continuará
¡¡Ay señor, jubílame pronto!!
Genial!
ResponderEliminarMe quedo con la arena en tus calcetines, que han prolongado las sensaciones de un viaje que por lo que parece ocupará un lugar privilegiado en breve corazón de tu familia.
ResponderEliminarGracias por compartir Fermin
....2 palabras ¡Im-preZionante!
ResponderEliminarMis hijos dijeron lo mismo que tus niñas, que había sido el mejor viaje de su vida, Fermín, y hemos pateado bastante mundo con ellos. Es un ambiente único, con paísajes espectaculares, gente acogedora, un toque de aventura, un evento deportivo, unos alojamientos con encanto. Si vais a tener razón... ¡ay señor, jubilame pronto! Un abrazo fuerte y gracias por compartir tantas sensaciones.
ResponderEliminarExcelente y documentado relato. Muchas gracias por las alusiones a la organización. Es un placer contar en el viaje-carrera con personas como tú y tu familia. Tus hijas pueden estar orgullosas de unos padres que además de hacerles disfrutar las educan con uno de los mejores medios junto con los libros: los viajes. Ah! y con valores tan buenos como los del deporte.
ResponderEliminarJoan Boada
Muchacho, me he descuidado y tienes el blog lleno de aventuras por el mundo. ¡Ahora eres tú el que me pone los dientes largos! Sólo he visto las fotos de momento, pero prometo sumergirme en el relato para sentirme correteando a 40º a la sombra, metido en tu pellejo, eso sí. Muy bien, atleta.
ResponderEliminarEl mejor bloc que he leido en mucho tiempo, muchísimas felicidades a ti y a tu mujer. No estaba del todo convencido pero despues de leerlo, me apunto seguro.
ResponderEliminarMuchas gracias Rafael!! Seguro que no te arrepientes!!
EliminarEspectacular el viaje y tu relato!!!Me he emocionado mucho en el leer tu aventura:és lo que pruebo cada año!!!No hay palabras para describir lo, hay que vivir lo!!!!!
ResponderEliminarEspectacular el viaje y tu relato!!!Me he emocionado mucho en el leer tu aventura:és lo que pruebo cada año!!!No hay palabras para describir lo, hay que vivir lo!!!!!
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